Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora…

20/10/09
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora…
Por: Jorge Rojas

"Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. (Mt.11:12)

Este es uno de los muchos textos difíciles de entender de las escrituras y por ende raíz de múltiples interpretaciones, algunos traductores han tratado de suavizar o darle otro sentido a estas palabras de Jesús, no obstante el texto permanece en los pergaminos tal como fue dicho hace más de dos mil años.
Las palabras de Jesús señalan un periodo de tiempo; desde los días de Juan el bautista hasta ahora, dicho periodo comprende desde el tiempo en que Juan comenzó su ministerio a orillas del rio Jordán proclamando la venida del Mesías y del reino mesiánico, aproximadamente entre la primavera (marzo-mayo) del año 27 d. C. y la primavera del año 29 d. C.
Cabe agregar que las palabras “hasta ahora” hacen referencia al tiempo en que Juan había sido encarcelado, es evidente entonces que desde la primavera del año 29 d. C. hasta el otoño del mismo año cuando fue ejecutado por el rey Herodes, tuvo lugar esta declaración del Señor tocante a Juan, es decir, después del encarcelamiento de Juan y antes de la muerte de este.
Ahora bien, esta frase “el reino de los cielos”, particularmente era el tema de la predicación de Juan así como lo fue más tarde de la predicación de Jesús y de sus discípulos en el tercer viaje por Galilea (Mt. 3: 2; 4: 23; 10: 7) es importante considerar que es Mateo quien de manera exclusiva utiliza constantemente esta frase en su Evangelio, a tal punto que tan solo cinco veces emplea la expresión "reino de Dios", siendo esta la única que usan los otros evangelistas.
Con referencia a lo anterior, debo explicar que la razón por la cual Mateo utiliza la palabra "cielo" en lugar del nombre "Dios", responde a la costumbre de los judíos del tiempo de Jesús de no decir el nombre sagrado (YHWH) costumbre que algunos círculos judío hoy día aun siguen. Los hebreos empleaban la expresión "nombre del cielo" en lugar de "nombre de Dios"; "temor del cielo" por "temor de Dios"; "honor del cielo" por "honor de Dios", etc. Aun cuando la expresión "reino de los cielos" no aparece en el AT, la idea está implícita en los escritos proféticos (Is. 11: 1-12; 35; 65: 17-25; Dn. 2: 44; 7: 18, 22, 27; Mq. 4: 8; etc.).
En los evangelios encontramos 32 referencias a “reino de los cielos” de las cuales 31 se hallan en el evangelio de Mateo, es evidente que esta manera de redactar revela que fue escrito originalmente en hebreo, para judíos cristianos y judíos incrédulos, y que su propósito era convertir a los judíos incrédulos a la fe en Jesús como el Mesías de la profecía y confirmar a los judíos cristianos. Más que todos los otros escritores evangélicos juntos, Mateo presenta a Jesús como Aquel a quien anticipaban los símbolos del AT y en quien hallaron su cumplimiento. Presenta a Jesús como el que vino no para abolir "la ley” sino para completarla (Mt. 5:17); como hijo de Abrahán e hijo de David, el padre de la nación y su más ilustre rey, respectivamente. El empleo de la palabra "cielo" en lugar del nombre "Dios" tenía como fin evitar los prejuicios entre su propia raza y eliminar cualquier posible barrera que impidiese el acceso a sus corazones.
En lo tocante a lo anteriormente mencionado el "reino de los cielos" se estableció en la primera venida de Cristo. Jesús mismo era el Rey, y los que creían en él eran sus súbditos. El territorio de ese reino era el corazón y la vida de los súbditos. Evidentemente el mensaje de Jesús se refería al reino de la gracia divina. Y como Él mismo lo indicara, el reino de la gracia antecedía al reino de la gloria. Con respecto a este último, los discípulos preguntaron en el día de la ascensión: "Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?" (Hech. 1: 6-7). El reino de la gracia se había acercado en los días de Cristo (Mat.3: 2; 4: 17; 10: 7), pero el reino de la gloria estaba en el futuro (Mt. 24: 33). Sólo "cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos sus santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria" (Mt. 25: 31).
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, el reino de la gracia sufre violencia, la pregunta es ¿Cómo sufre violencia, y que significa que los violentos lo arrebatan? La palabra empleada para señalar que sufre violencia nos llega del Gr. biázomai, que significa "emplear o aplicar fuerza" en forma hostil, o "ser obligado" en contra de la voluntad de uno. Obviamente la interpretación de que el reino de los cielos emplea la fuerza de manera hostil no puede aplicarse aquí pues no concuerda con las otras enseñanzas de Jesús en cuanto a ese reino.
En cuanto a ser obligado permitiría interpretar que las multitudes necesitadas luchaban con celo por obtener las bendiciones del reino, lo cual tampoco es así ya que estas son sencillamente regalos de Dios que no pueden adquirirse de ninguna otra manera que no sea por fe. Sin embargo, el verbo biázomai, como también el sustantivo biast's, "violento", que se emplea en la última parte del versículo, indican que no se trata de una lucha honrada, sino de actos hostiles, de fuerza.
Escatologicamente desde los días de Juan el Bautista hasta hoy, el reino de los cielos (gracia) continúa sufriendo violencia en el mismo sentido en que lo sufrio cuando fue dada esta declarado por Jesús. La incomprensión de los principios e ideales del reino de los cielos, la nobleza y pureza de corazón entre otras cosas, son elementos inaceptables para una sociedad cargada de humanismo, existencialismo y finalmente ególatra. Las palabras soases, injurias, burlas, ataques y persecuciones en contra de los que profesan amar y servir al señor están presentes en el diario vivir, en cumplimiento de 2Timoteo.3:12. Donde el Apóstol declara:
· Y también todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.
El propósito; arrebatar la esperanza y la fe del corazón, las palabras “los violentos lo arrebatan” resalta una hostilidad abierta e intencional contra los súbditos del reino de la gracia y herederos del reino de la gloria, el verbo harpáz, "arrebatar" es la misma palabra que aparece en Mateo. 13:19 donde se refiere a la semilla del Evangelio que es arrebatada del corazón. El objetivo de estos ataques, los cuales son por obra de Satanás, es arrebatar el reino de los cielos a la gente e impedir que entren en él quienes desean hacerlo (Mateo. 23:13) para tal fin se vale de aquellos a quienes de una u otra manera puede controlar y dirigir a su antojo, son corazones que aunque no por ello son dejados a un lado por la gracia divina, se han colocado deliberada y obstinadamente del lado del enemigo, almas que constantemente están rechazando al espíritu santo y por ende el enemigo ha ido ganando terreno en sus corazones.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan.

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