"¿Andarán dos juntos si no estuvieren de concierto?

"¿Andarán dos juntos si no estuvieren de concierto?
Copilado y adaptado por Jorge Rojas
Nadie que tema a Dios puede unirse sin peligro con alguien que no lo tema. "¿Andarán dos juntos si no estuvieren de concierto?"(Amós 3: 3). La felicidad y prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los esposos; pero entre el creyente y el incrédulo hay una diferencia radical de gustos, inclinaciones y propósitos. Sirven a dos señores, entre los cuales la concordia es imposible. Por puros y rectos que sean los principios de una persona, la influencia de un cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios…(TCSAD. Pág.19)
Que no se formen lazos no santificados entre los hijos de Dios y los amigos del mundo. Que no haya casamientos entre creyentes y no creyentes. Que el pueblo de Dios tome una posición firme por la verdad y la justicia.- RH, 31 de julio de 1894.


Individualidad de la esposa.-
Una mujer que se resigna a los dictámenes de otra persona -aun en los más mínimos asuntos de la vida doméstica-, que somete su propia identidad, nunca podrá llegar a ser de utilidad y bendición para el mundo. Tampoco responderá al propósito divino para su existencia. Se constituye en una mera máquina que es guiada por la mente y voluntad de los demás. Dios ha otorgado a cada cual, hombres y mujeres, una identidad, una individualidad para que actúen por ellos mismos en el temor de Dios.- Carta 25, 1885.
Identidad personal de los esposos.-
Me fue mostrado que, aunque una pareja se haya casado, aunque se hayan entregado el uno al otro por el voto más solemne en la presencia del cielo y los santos ángeles, y los dos lleguen a ser uno solo, cada uno de ellos todavía conserva su identidad individual, la cual no puede ser destruida por el voto matrimonial. Aunque se hayan unido uno al otro, todavía deberán ejercer su influencia en el mundo; no deberían concentrarse en ellos mismos al punto de apartarse de la sociedad sepultando así su utilidad e influencia.- Corta 9, 1864.
Una esposa pasiva.-
Si una mujer estuviera de acuerdo en que es prerrogativa de su marido ejercer el pleno control de su cuerpo y modelar su mente para que se adapte a la de él en todo, siguiendo su propio cauce, rindiendo así su individualidad, perderá su identidad al fusionarla con la de su marido. Se convertirá en una mera máquina que la voluntad de su esposo moverá y controlará, en una criatura manejada a su gusto. Al final, el esposo pensará, tomará decisiones y actuará por ella. Al adoptar esta posición pasiva, la esposa deshonra a Dios. Ella tiene responsabilidades ante Dios que es su deber preservar. (TCSAD. Pág.30)
Cuando la esposa rinde su cuerpo y su mente al control de su marido, adoptando una posición pasiva ante la voluntad del esposo en todo, sacrifica su conciencia, dignidad e identidad, perdiendo así la oportunidad de ejercer la poderosa influencia que posee para elevar a su esposo.- RH, 26 de septiembre de 1899.



Excesiva complacencia sexual.-
El compromiso matrimonial cubre pecados del matiz más oscuro. Hombres y mujeres que profesan piedad rebajan sus propios cuerpos por medio de la indulgencia de pasiones corruptas, y descienden así por debajo del nivel de los brutos de la creación. Abusan de las facultades que Dios les ha dado para que sean preservadas en santificación y honor. La salud y la vida misma son sacrificadas sobre el altar de las bajas pasiones. Las facultades superiores y más nobles son colocadas bajo el dominio de las propensiones animales. Quienes así pecan, no están familiarizados con los resultados de tal manera de conducirse. (TCSAD Pág.127)
Si pudieran darse cuenta de la cantidad de sufrimiento que se causan a ellos mismos por sus propias indulgencias pecaminosas, se alarmarían; y algunos, por lo menos, tratarían de evitar esa manera de conducirse en relación con el pecado que produce tan terribles resultados. Esto le acarrea una existencia tan miserable a tanta gente, que les sería preferible la muerte antes que la vida, y muchos acaban muriéndose prematuramente y sin gloria a causa de la excesiva complacencia de las pasiones animales. Piensan que, por el hecho de estar casados no están cometiendo pecado alguno.
Hombres y mujeres: un día sabrán qué cosa es la lujuria, y cuál es el resultado de gratificarla. Pasiones de tan baja calidad pueden ser halladas en el estado matrimonial tanto como fuera de él.- RH, 19 de septiembre de 1899.

DIGNIDAD Y RESPETO QUE MERECE LA ESPOSA.-

Muchos profesos cristianos que he conocido parecen destituidos del control moral. Poseían una naturaleza más animal que divina. En realidad, poseían una naturaleza casi totalmente animal. Hombres de este tipo degradan a sus esposas, a quienes prometieron alimentar y cuidar. La esposa se transforma en un instrumento para la gratificación de las pasiones bajas y lujuriosas. Y muchas mujeres se someten y llegan a ser esclavas de las pasiones concupiscentes; no mantienen sus cuerpos en santificación y honor. La esposa deja de retener la dignidad y el respeto propio que poseía antes de casarse. 128
Esta institución sagrada debería preservar y acrecentar el respeto y la dignidad femeninas. Pero la femineidad casta, dignificada y deforme de la mujer ha sido consumida en el altar de las bajas pasiones; ha sido sacrificada para complacer al marido. Pronto perderá el respeto por el esposo, quien ni siquiera toma en cuenta las leyes a las cuales rinde obediencia la creación bruta. La vida matrimonial llega a ser un yugo irritante, pues el amor se desvanece y frecuentemente toman su lugar la desconfianza, los celos y el odio.

DESCONFIANZA ENTRE ESPOSOS.-

Ningún hombre puede amar verdaderamente a su esposa cuando ésta se somete, pacientemente y como una esclava, proporcionándole todo lo que requieran sus pasiones depravadas. En esa sumisión pasiva, ella pierde el valor que poseía una vez ante sí misma. El esposo la ve como arrastrada a un bajo nivel, alejada de todo lo que podría ser elevado; y pronto sospecha que ella puede ser sometida dócilmente y degradada por otro hombre de la misma manera como lo hizo él. Entonces comienza a dudar de su fidelidad y pureza; se cansa de ella y termina buscando otros objetos que eleven la intensidad de sus pasiones infernales. La Ley de Dios deja de ser objeto de consideración...
La esposa, por su lado, se pone celosa y sospecha que, de presentarse la oportunidad, su esposo se dirigirá a otra mujer de la misma manera como lo hace hacia ella. Percibe que él no está bajo el control de una conciencia temerosa de Dios; todas las barreras santificadas son derribadas por sus pasiones Injuriosas; todo lo que tiene de semejante a Dios se torna en servidumbre de las pasiones bajas y embrutecidas...


NATURALEZA DESTRUCTIVA DE LOS EXCESOS SEXUALES.-

Cuando una esposa rinde su cuerpo y su mente al control del esposo, sometiéndose a su voluntad en todo, sacrificando su conciencia, su dignidad y su identidad, pierde la oportunidad de ejercer sobre él la poderosa influencia para bien que debería poseer para elevar a su esposo. No puede suavizar 129 su naturaleza tosca y ejercer su influencia de tal manera que logre suavizarlo, refinarlo y purificarlo, ayudándole a luchar seriamente para que gobierne sus pasiones, y posea una mente más espiritual que le permita participar de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que impera en el mundo debido a la concupiscencia.
Es muy grande el poder de la influencia que puede guiar la mente hacia temas elevados y nobles, por encima de la complacencia sensual, que el corazón no renovado por la gracia no puede lograr naturalmente. Si la esposa siente que, para satisfacer a su esposo, tiene que rebajar sus normas, cuando las pasiones animales llegan a constituirse en la base principal del amor, desagrada a Dios porque falla al no ejercer una influencia santificadora sobre su esposo. Si siente que debe someterse a sus pasiones animales sin protestar, revela que no entiende cuáles son sus deberes hacia Dios tanto como hacia su esposo. Los excesos sexuales destruyen el amor por la ejercitación devocional, le quitan al organismo la sustancia necesaria para nutrirlo, y consumen en forma efectiva la vitalidad. Ninguna mujer debería ayudar al esposo en esta obra de autodestrucción. No lo hará si está iluminada y lo ama de veras...

PRESERVACIÓN DE LA MENTE Y EL CUERPO.-

Que los hombres y las mujeres temerosos de Dios despierten al deber. Muchos profesos cristianos sufren de parálisis nerviosa y cerebral debido a la intemperancia en estos asuntos. Surge una descomposición ósea y medular en muchos que son considerados como hombres buenos, que oran y lloran, que ocupan posiciones elevadas, pero cuyos esqueletos no traspasarán jamás los portales de la ciudad celestial.
¡Ojalá yo pudiera lograr que todos entendiesen la obligación que tienen ante Dios de preservar sus facultades físicas y mentales en la mejor condición posible para poder rendirle un servicio perfecto a su Creador!...

Abuso de los privilegios sexuales.-
o Que en la vida matrimonial, ambos esposos den pruebas de que uno es para el otro una ayuda y una bendición. Den debida consideración 131 al costo de cada complacencia, intemperancia y sensualismo. Estas complacencias no aumentan el amor, ni ennoblecen, ni elevan. Quienes se permiten las pasiones animales y gratifican la concupiscencia, estamparán sobre su posteridad, con toda seguridad, esas prácticas degradantes y la desvergüenza de su propia contaminación física y moral.- Ms 3, 1897.
Llevar al exceso lo legítimo constituye un grave pecado.- 1JT 575.
o Quienes profesan ser cristianos... deberían dar debida consideración a las consecuencias de cada privilegio de la relación matrimonial, y el principio santificado debería constituir la base de toda acción.- 2T 380.
Importancia vital de un buen ejemplo.-
o Las pasiones animales, alimentadas y consentidas, han llegado a ser muy fuertes en este tiempo, y las consecuencias sobre la vida matrimonial son incontables males. En vez de permitir que la mente se desarrolle y ejerza una energía controladora, las propensiones animales rigen sobre las facultades más elevadas y nobles hasta que éstas son colocadas bajo la sujeción de las propensiones animales. ¿Cuáles son los resultados? Los delicados órganos de la mujer se gastan y enferman; el tener hijos deja de ser seguro; se abusa de los privilegios sexuales. Los hombres corrompen su propio cuerpo; y las esposas, en la cama, se convierten en esclavas de sus desordenadas concupiscencias, hasta que pierden el temor a Dios.

TOMADO DEL LIBRO:
TESTIMONIOS SOBRE CONDUCTA SEXUAL DIVORCIO Y ADULTERIO DE EGW
SECCION VI-DESVIACIONES DE LA SEXUALIDAD.

Comentarios

Entradas populares