Riquezas injustas...



Riquezas injustas...
Por Jorge Rojas Velásquez
 
“ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando estas os falten os reciban en las moradas eternas” Lucas 16: 9

     He aquí unos de varios textos difíciles de entender del Nuevo Testamento (NT). Aparentemente pareciera decir que podemos ganar un lugar en el cielo por medio de las riquezas injustas, siempre y cuando sean utilizadas para ganar amigos, ya que según el texto seremos recibidos en las moradas eternas. Esto parece sugerir que los recursos que tienes, si son gastados en ganar amigos para el cielo te aseguraran un lugar en las moradas eternas, aun cuando estos hayan sido adquiridos de manera fraudulenta. Colocaré el texto original y su literal traducción debajo, porque será de gran ayuda para entender lo que Jesús quiso decir en esta parábola, no solo comprenderemos lo que significó para quienes la escucharon de sus labios, sino tambien lo que significa para nosotros hoy día.

και εγω υμιν λεγω εαυτοις ποιησατε φιλους
Y   yo        a ustedes      estoy diciendo, ustedes              mismos                  hagan                  amigos

εκ του μαμωνα της αδικιας ινα οταν εκλιπη
fuera       de el       mammón(riquezas) de la           inrectitud,     para que        cuando             falte

δεξωνται υμας εις τας αιωνιους σκηνας
den bienvenida       a ustedes         hacia dentro          a las                     eternas                     tiendas


     Cabe señalar que Lucas es el único que registra estas dos parábolas, (mayordomo infiel y el rico y Lázaro)  y lo mismo puede decirse también de buena parte del registro del ministerio de Cristo en Perea (Mat. 19: 1-2; Luc. 9: 51). Es importante decir que esta parábola (Mayordomo infiel) y la siguiente, (la del rico y Lázaro) se refieren al uso de las oportunidades presentes vinculadas con la vida futura (Luc. 16: 25-31), y muy especialmente a la administración de las cosas materiales.

     Ahora bien, la primera parábola fue dirigida específicamente a los discípulos, allí Jesús pide a los hombres que piensen más en las cosas eternas que en las temporales, en cambio la segunda fue pronunciada mayormente para beneficio de los fariseos. La primera ilustra el trascendental principio de una mayordomía honrada, es decir: el uso sensato y diligente de las oportunidades actuales. La segunda enfoca el problema de la mayordomía desde un punto de vista negativo.

     Antes de continuar con el análisis de estos versículos, es necesario recalcar que uno de los principios fundamentales de la interpretación de parábolas es que no se debe intentar dar un significado especial a cada detalle. Recuerde que es una parábola, no una alegoría, por tanto no debe interpretarse de manera alegórica.

     Hecha esta salvedad, observa los tres aspectos principales de la parábola:

1. Jesús no estaba insinuando que el cielo puede comprarse. La verdad a la cual dirige la atención es que deberíamos aprovechar las oportunidades presentes para asegurar nuestro bienestar eterno.

2. Somos sólo mayordomos de las posesiones materiales que en esta vida llegan a nuestras manos, y Dios nos ha confiado estos bienes para que podamos cultivar los principios de una mayordomía fiel.

3. Todo lo que tenemos en esta vida es ajeno, es decir, es de Dios y no nuestro (Luc. 16: 12; cf. 1 Cor. 6: 19). Debemos gastar las cosas materiales que nos han sido confiadas en hacer prosperar los intereses de nuestro Padre celestial, aplicándolas a las necesidades de nuestros prójimos (Prov. 19: 17; Mat. 19: 21; 25: 31-46; Luc. 12: 33) y al avance del reino de Dios mediante la predicación del Evangelio (1 Cor. 9: 13; 2 Cor. 9: 6-7).

     Con respecto a la frase " ganad amigos", Jesús se dirige ahora a los fariseos, que en un sentido especial eran los mayordomos de Dios, encargados de enseñar la  verdad y de administrar los recursos materiales, intelectuales y religiosos, a fin de hacer llegar las bendiciones al pueblo. Muchos de ellos habían estado disipando los "bienes" que se les habían confiado, y tarde o temprano tendrían que dar cuenta de su mayordomía.     ¿ podría pasarte  lo mismo a ti y a mí como administradores de los bienes de Dios? Claro que si... Hoy día debemos utilizar los recursos que el Señor ha puesto a nuestro alcance (Dones, talentos, tiempo, recursos, destrezas y habilidades) para fomentar sus intereses; salvar al hombre de la muerte eterna, que este conozca y comprenda el peligro en el que se halla, a la vez que se le muestre el maravilloso plan de salvación que el cielo ha trazado para rescatarlo. La pregunat es: ¿En que estamos gastando los recursos del cielo?...

     Analicemos la traducción literal de la primera parte del texto;

ποιησατε   φιλους         εκ του                     μαμωνα            της              αδικιας
  Hagan      amigos       fuera de el       mammón(riquezas) de la           inrectitud


     ¿Por qué? Porque estos sin duda alguna serán genuinos amigos, no ganados por el interés de recibir algo a cambio como es el caso en esta parábola. “Los amigos” de este mayordomo al ayudarle en la fraudulenta administración que llevaba, estaban adquiriendo el compromiso de ayudarle cuando este lo demandara. Simplemente fueron ganados por medio del mammón de la inrectitud (riquezas injustas) como se lo traduce en muchas Biblias, y luego dice, para que cuando éstas le faltasen fuese recibido en las moradas de los acreedores de su amo.

      Quiero subrayar la declaración "cuando estas os falten" porque, basándose en ciertos manuscritos (MSS) tardíos, muchos traducen  "cuando faltareis", es decir, "cuando muráis". No óbstate, Biblia no enseña que los hombres son recibidos "en las moradas eternas" cuando mueren, sino cuando vuelva nuestro Señor (Juan 14: 3). Además la sintaxis establece "cuando éstas falten"; es decir; las riquezas. Lo importante de la parábola no es el fracaso del mayordomo en su trabajo ni tampoco su muerte, sino su hábil método para resolver el problema de la pérdida de sus ingresos. En otras palabras, implicar a cuantos pueda en su fraudulenta labor, y por ende asegurarse así un futuro para cuando fuese despedido.

     En consonancia con lo que he venido diciendo, es claro que Jesús no elogió los fraudes del mayordomo (vers. 8). Para que los discípulos o quienes escuchaban no tomaran esta parábola como una posible excusa para no ser honrados, Jesús declaró claramente la profunda verdad de que todos los que quieran ser sus discípulos, deben caracterizarse por una completa integridad y diligencia. Esto es el centro de todo, porque el que es "fiel en lo poco, en lo mucho también es fiel. (Lc.16:10) En consecuencia el Midrash (Rabbah, comentando. Exo. 3: 1), dice;
·         Dios no le da al hombre algo grande hasta haberlo probado en algo pequeño; después lo asciende a lo que es grande. El Midrash pone como ejemplo las supuestas palabras de Dios a David: "Has sido hallado digno de confianza con tus ovejas; ven pues, y apacienta las mías".

     En síntesis, una de las lecciones más importantes que el hombre debe aprender es que todo el dinero y las cosas materiales que pueda poseer, no son suyas debido a su propia sabiduría y capacidad, sino que Dios se las ha prestado, se las ha confiado, por tanto un día deberá rendir cuenta por ello. El hombre no es el dueño, es solo el administrador del dueño. Si tú tienes lo que tienes, es porque Dios te da "el poder para hacer las riquezas" (Deuteronomio. 8: 18). Lamentablemente, cuando los hombres no honran a Dios ni aprecian que las buenas cosas de la vida proceden de su generosa mano, se envanecen en su razonamiento y su necio corazón se entenebrece (Rom. 1: 21).

     Finalmente,  las palabras, "y sin en lo ajeno no fuiste fiel,  ¿Quién os dará lo que es vuestro?" (Ver. 12) la pregunta no es, ¿cual es lo ajeno? Por es evidente que todo le pertenece a Dios, por consiguiente la pregunta es;  ¿ y que es nuestro? Sencillamente la vida eterna y a las bendiciones correspondientes a la misma, bendiciones otorgadas gratuitamente al hombre en virtud del sacrificio ofrecido por Cristo para la redención de la raza humana. "Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo... (y) ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Hebreos 2: 1,3

Bendiciones...


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