Predestinación.
Predestinación.
Por Jorge Rojas
Porque a los que de antemano conoció, también {los} predestinó {a ser} hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; Y á los que predestinó, á éstos también llamó; y á los que llamó, á éstos también justificó; y á los que justificó, á éstos también glorificó. Rm. 8:29,30
Quiero comenzar diciendo que la doctrina de la predestinación tuvo su origen con Agustín de Hipona (354-430 dC), Considerado Doctor, Padre y Santo de la Iglesia Católica, entre sus doctrinas enseñó que el bautismo de los infantes es necesario para poder ir al Cielo, que una persona puede tener una regeneración genuina, piedad genuina, y hasta fe genuina, pero sino es miembro de la Iglesia Católica, no le sirve de nada, igual irá al Infierno. También enseño la perfección sin pecado de María. No seré juez de Agustín, cada quien tiene la libertad de elegir que creer y que decir. No congeniar con sus doctrinas no significa que desecho a quienes las creen, de hecho tengo muy buenos amigos católicos.
Ahora bien, hace más de 600 años, Juan Calvino (1509-1564 dC), abogado y teólogo ex-católico considerado padre de la Reforma, resucito la enseñanza de la predestinación que había sido olvidada desde la muerte de Agustín.
Cabe decir que la pre-ciencia (Anticipado conocimiento de Dios. 1Ped.1:2) bien puede confundirse con la predestinación. Pero no lo es ni lo será nunca. Note lo siguiente;
Rom.8:29 “Porque a los que antes conoció (Del Gr. Proginosko, conocer de tener una relación personal con Dios, personas conocidas por El con antelación), A ESTOS también los predestinó (Del Gr. Proorizo, determinar – ordenar por adelantado),…
Rom.8:30 Y a los que predestinó (Del Gr. Proorizo) (NO desde antes de haberlos conocido, sino después de tener una relación personal con ellos) a éstos TAMBIEN llamó (porque al conocerlos sabía que iban a responder a su llamado), y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Cabe añadir que el verbo“predestinó” es Proorizo y debe ser distinguido de proginosko, (conocer con antelación). Este último (proginosko) se refiere especialmente a las personas conocidas por Dios con antelación; proorizo se refiere especialmente a aquello a lo que son predestinados los objetos (en este caso: las personas) de su conocimiento anticipado.
Es claro que la predestinación no se trata de personas (proginosko), sino, de un hecho, un objetivo, “aquello” preparado para esas personas, lo cual es la salvación, redención y glorificación futura del hombre por medio del sacrificio de Jesús en la cruz del calvario. En otras palabras la predestinación de la salvación para el hombre está desde “antes de la fundación del mundo” y se dio a conocer al hombre en Gn. 3:15 en donde se ve la primera alusión al Mesías que había de venir “ la simiente” de la mujer. Es decir, Dios no predestinó personas, predestinó un hecho, y las personas deciden si aceptan o no en sus vidas lo que Dios hizo. (Juan 3:16)
Entender el término predestinación basado en su definición castellana, olvidando que en griego tiene otra connotación como también el verbo conocer, es tergiversar su esencia. En este mismo orden de ideas, puntualizar que lo que nos ocurre es porque fue predestinado para nosotros no es correcto, ademas, lo que nos ocurre, muchas veces es el fruto de nuestras decisiones y no de una arbitrariedad de Dios.
En consecuencia, aceptar "la predestinación biblica" fuera de su contexto levanta en la mente del hombre una serie de preguntas que, o socaba su fe o lo lleva al desánimo o desinterés en las cosas espirituales. Preguntas tales como, ¿si Dios ya ha determinado con anticipación quienes serán salvos o no, qué importancia tiene entonces que yo le conozca o le sirva, si a la final, igual seré salvo? O lo que es peor, ¿qué tal si siendo fiel, aun así me pierdo, porque estoy en la lista de los predeterminados a perderse.
Esto por supuesto lleva al individuo a vivir como quiera bajo la premisa que, "si es por predestinación", ¿Qué importa de que lado este? al final Dios ya determino mi destino. Naturalmente que esto es una aberración teológica y por ende insostenible desde una óptica seria del texto bíblico.
Dios te bendiga
Por Jorge Rojas
Porque a los que de antemano conoció, también {los} predestinó {a ser} hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; Y á los que predestinó, á éstos también llamó; y á los que llamó, á éstos también justificó; y á los que justificó, á éstos también glorificó. Rm. 8:29,30
Quiero comenzar diciendo que la doctrina de la predestinación tuvo su origen con Agustín de Hipona (354-430 dC), Considerado Doctor, Padre y Santo de la Iglesia Católica, entre sus doctrinas enseñó que el bautismo de los infantes es necesario para poder ir al Cielo, que una persona puede tener una regeneración genuina, piedad genuina, y hasta fe genuina, pero sino es miembro de la Iglesia Católica, no le sirve de nada, igual irá al Infierno. También enseño la perfección sin pecado de María. No seré juez de Agustín, cada quien tiene la libertad de elegir que creer y que decir. No congeniar con sus doctrinas no significa que desecho a quienes las creen, de hecho tengo muy buenos amigos católicos.
Ahora bien, hace más de 600 años, Juan Calvino (1509-1564 dC), abogado y teólogo ex-católico considerado padre de la Reforma, resucito la enseñanza de la predestinación que había sido olvidada desde la muerte de Agustín.
Cabe decir que la pre-ciencia (Anticipado conocimiento de Dios. 1Ped.1:2) bien puede confundirse con la predestinación. Pero no lo es ni lo será nunca. Note lo siguiente;
Rom.8:29 “Porque a los que antes conoció (Del Gr. Proginosko, conocer de tener una relación personal con Dios, personas conocidas por El con antelación), A ESTOS también los predestinó (Del Gr. Proorizo, determinar – ordenar por adelantado),…
Rom.8:30 Y a los que predestinó (Del Gr. Proorizo) (NO desde antes de haberlos conocido, sino después de tener una relación personal con ellos) a éstos TAMBIEN llamó (porque al conocerlos sabía que iban a responder a su llamado), y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Cabe añadir que el verbo“predestinó” es Proorizo y debe ser distinguido de proginosko, (conocer con antelación). Este último (proginosko) se refiere especialmente a las personas conocidas por Dios con antelación; proorizo se refiere especialmente a aquello a lo que son predestinados los objetos (en este caso: las personas) de su conocimiento anticipado.
Es claro que la predestinación no se trata de personas (proginosko), sino, de un hecho, un objetivo, “aquello” preparado para esas personas, lo cual es la salvación, redención y glorificación futura del hombre por medio del sacrificio de Jesús en la cruz del calvario. En otras palabras la predestinación de la salvación para el hombre está desde “antes de la fundación del mundo” y se dio a conocer al hombre en Gn. 3:15 en donde se ve la primera alusión al Mesías que había de venir “ la simiente” de la mujer. Es decir, Dios no predestinó personas, predestinó un hecho, y las personas deciden si aceptan o no en sus vidas lo que Dios hizo. (Juan 3:16)
Entender el término predestinación basado en su definición castellana, olvidando que en griego tiene otra connotación como también el verbo conocer, es tergiversar su esencia. En este mismo orden de ideas, puntualizar que lo que nos ocurre es porque fue predestinado para nosotros no es correcto, ademas, lo que nos ocurre, muchas veces es el fruto de nuestras decisiones y no de una arbitrariedad de Dios.
En consecuencia, aceptar "la predestinación biblica" fuera de su contexto levanta en la mente del hombre una serie de preguntas que, o socaba su fe o lo lleva al desánimo o desinterés en las cosas espirituales. Preguntas tales como, ¿si Dios ya ha determinado con anticipación quienes serán salvos o no, qué importancia tiene entonces que yo le conozca o le sirva, si a la final, igual seré salvo? O lo que es peor, ¿qué tal si siendo fiel, aun así me pierdo, porque estoy en la lista de los predeterminados a perderse.
Esto por supuesto lleva al individuo a vivir como quiera bajo la premisa que, "si es por predestinación", ¿Qué importa de que lado este? al final Dios ya determino mi destino. Naturalmente que esto es una aberración teológica y por ende insostenible desde una óptica seria del texto bíblico.
Dios te bendiga
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