¿Es indispensable el bautismo para salvación?
¿Es indispensable el bautismo para salvación?
Por Jorge Rojas
Al leer el evangelio según Marcos el
capítulo 16 verso 16, pareciera indicar que el bautismo es indispensable para
la salvación. Esto se debe a que el texto lo expresa así. Note usted el
versículo; “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no
creyere, será condenado.” Ante esta situación es evidente que si no me bautizo
me pierdo aunque crea, porque según esta cita no basta solo creer sino ser
bautizado también. Sin embargo la última parte del texto pareciera
contradictoria, “el que no creyere, será condenado” cuando debiera decir también;
“el que no fuere bautizado será condenado” ya que el texto lo coloca junto a la
creencia como uno de los requisitos para
salvación. No obstante el texto no dice el que no fuere bautizado sino el que
no creyere es el condenado. ¿Por qué?
Alguien podría decir; es que para bautizarse es necesario creer, estamos
de acuerdo, pero, ¿y si no puede bautizarse, se pierde? El problema de Marcos 16:16 es que condiciona la
salvación la cual es exclusivamente por gracia mediante la fe del creyente en
Cristo, a un rito sin el cual el creyente estaría entonces perdido.
En todo el Nuevo Testamento como en el
Antiguo la salvación siempre fue, es y será solo por gracia, ¿entonces cómo
entender este texto?
Ante todo debo señalar que los versículos
9 al 20 de Marcos son espurios. En este mismo orden de ideas, los manuscritos (mss).
Griegos que existen en la actualidad registran cuatro finales distintos para Marcos,
¿cuál es el verdadero? Veamos cada uno de ellos y saque usted sus propias
conclusiones. A continuación comparto con usted el comentario de la Biblia
textual 3er edición, por considerarlo el más objetivo y resumido, de hecho
recoge todas las fuentes al respecto colocándolas en su debido orden y
explicando de manera amena sencilla y detallada cada uno de los distintos
finales para el capítulo 16 de Marcos que a mi juicio el capítulo 16 termina en
el verso 8.
1) En
el primero de ellos, los doce últimos vv. (9-20) del texto están ausentes de
los mss. griegos más antiguos y fidedignos, como son los códices Sinaítico y
Vaticano → א y B, el códice Bobiensis (del tipo de texto
Latino Antiguo), el manuscrito Siríaco Sinaítico, unos cien mss. armenios, y
dos mss. Antiguos georgianos (del 897 y 913d.C.).
a. Además
Clemente de Alejandría (150-217 d.C) y Orígenes (185-254 d.C) no muestran
conocimiento de la existencia de estos versículos; Eusebio (263-339 d.C) y
Jerónimo (340-420 d.C) aseveran que el pasaje está ausente en casi todas las
copias griegas de Marcos conocidas por ellos. La forma original de las
secciones de Eusebio (descritas por Ammonio (175 - 242)), no hace provisión para las
secciones numeradas del texto después de 16.8.
b. Algunos
mss. que contienen el pasaje, tienen notas del escriba declarando que algunas
copias antiguas griegas no lo registran; y en otros mss., el pasaje está
marcado con los llamados obeli (signos convencionales utilizados por los
escribas para indicar una adición no genuina en un documento).
2) En
el segundo final, varios mss. (incluyendo cuatro mss. griegos unciales del s.
VII, VIII, y IX, el Latino Antiguo, el margen del Harcleano Siríaco, algunos
mss. saídicos y boaíricos, y no pocos mss. etíopes) continúan después del v. 8
de la siguiente forma (con variaciones insignificantes): …
a. pero
ellos informaron brevemente a Pedro y a los que estaban con él, todo lo que se
les había dicho. Y después de esto, Jesús mismo mandó a través de ellos, de
oriente a occidente, la sagrada e imperecedera proclamación de salvación
eterna. Todos estos mss., también incluyen a continuación los vv. 9-20.
3) En
el tercero, el final tradicional de Marcos (tan familiar a través de las
traducciones basadas en el Textus Receptus (TR), está presente en un enorme número
de mss., incluyendo los códices Alejandrino, Efraemi Rescriptus y Beza Cantabrigiensis.
En los escritos patrísticos, los últimos mss. en separar el final largo son Ireneo
y el Diatessaron. No hay certeza de que Justino Mártir estuviera familiarizado
con el pasaje; en su Apología (i.45), él incluye cinco palabras que se producen
en una secuencia diferente (16.20).
4) 4)
En el cuarto, el final tradicional de Marcos también circuló durante el s. IV
de acuerdo al testimonio de Jerónimo, en una forma expandida (preservada hasta
hoy en el códice Washingtonianus) que, después del versículo 14, incluye:
a. Y
ellos se disculparon, diciendo: Esta época de desorden e incredulidad está bajo
Satanás, quien no permite que la verdad y el poder de Dios prevalezca sobre las
cosas impuras de los espíritus. Por ello, revela tu justicia ahora. Así
hablaron a Cristo. Y Cristo les respondió: El período de años del poder de
Satanás ha sido cumplido, pero otras cosas terribles se acercan. Y para
aquellos que han pecado, fui entregado a la muerte, para que se vuelvan a la
verdad y no pequen más; a fin de que puedan heredar la gloria de justicia
espiritual e incorruptible que está en el cielo.
Ahora bien, ¿cómo deberá ser evaluada la
evidencia de cada uno de estos finales? Es obvio que la forma extensa del final
largo (4) no tiene evidencia de ser original. No sólo su respaldo externo es
extremadamente limitado, sino que la expansión contiene palabras y expresiones
que no son de Marcos, así como otros términos que no se mencionan en ninguna
parte del Nuevo Testamento.
Esta expansión contiene en sí misma un
evidente sabor apócrifo. Probablemente se trate de la labor de un escriba del segundo
o tercer siglo, quien pretendió suavizar la severa amonestación a los once en 16.14.
El final más largo (3), aunque es corriente en una variedad de mss. (Algunos de
ellos antiguos), debe ser considerado como secundario, a causa de la siguiente
evidencia interna:
a. El
vocabulario y el estilo de los vv. 9 al 20 no son de Marcos.
b. La
conexión entre 16.8 y 16.9-20, es tan desmañada y torpe, que es difícil aceptar
que el evangelista tuviera la intención de que tal sección fuera una
continuación de su Evangelio (Esto es, el sujeto del v. 8 son las mujeres,
mientras que Jesús es el supuesto sujeto en el v.9; donde también se identifica
a Miriam Magdalena, aunque ella ya ha sido nombrada sólo unas líneas antes
[15.47 y 16.1]; las otras mujeres de los vv. 1-8 son ahora olvidadas; el uso de
habiendo, pues, resucitado, y la posición de primer (día), son apropiadas al
principio de una narrativa comprensible, pero están fuera de lugar dentro de la
continuidad de los vv. 1-8.
En resumen, todas estas características
indican claramente que la sección fue añadida por alguien que conocía una forma
de Marcos que finalizaba abruptamente con el versículo 8, y pretendió suplir
una conclusión más apropiada. En vista de las inconsistencias entre los vv. 1-8
y 9-20, es muy poco probable que el final largo fuera compuesto para llenar un
vacío evidente; es más probable que dicha sección fuera extraída de otro
documento, que data quizá de la primera mitad del segundo siglo.
Es indudable que la evidencia interna del
final corto (2), está en contra de su originalidad. Además de contener un alto
porcentaje de palabras que no son de Marcos, su tono retórico difiere totalmente
del estilo llano del evangelista. Finalmente, debe observarse que la evidencia externa
para el final corto (2), se presenta a sí misma como un testimonio adicional
que respalda la omisión de los vv. 9-20. Nadie que hubiera tenido disponible,
como conclusión del segundo Evangelio, los doce versículos (9-20), tan ricos en
material interesante, los hubiese reemplazado deliberadamente por cuatro líneas
de un resumen descolorido y generalizado. Por ello, la evidencia documental que
soporta (2) debe añadirse a la que soporta (1).
De manera que, sobre la base de una buena
evidencia externa, y de fuertes consideraciones internas, es evidente que la
forma más acertada del Evangelio según Marcos es la que finaliza en 16.8.
(Extraído del comentario de la
Biblia Textual 3er edición)
Lo anteriormente mencionado ¿afecta
nuestra creencia acerca del bautismo? No. ¿Es necesario creer y ser bautizado?
Si. Y si por alguna circunstancia ajena a la voluntad del creyente, este no
puede bautizase, ¿se perderá?, No, ¿por qué?
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esta no es
vuestra, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios.
2. 8,9). Entonces, ¿no es necesario bautizarse sino solo creer? No, porque si
cree procede al bautismo.
Recuerde, “Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo
al mundo, para que condene al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El
que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya es
condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. (Juan 3. 16-18)”. En todo el texto el
requisito es creer, no es ser bautizado. Casos como el ladrón en la cruz
(Lucas. 23:41-43) cuya situación le
imposibilitaba el bautismo, revela que si hubiese tenido la oportunidad de
bautizarse lo hubiese hecho. ¿Se perdió el ladrón por no bautizarse? Según el
relato Bíblico no. Si usted cree y no tiene ningún impedimento para bautizarse
debe hacerlo.
Este artículo no es sobre el significado y
forma correcta de bautizar ni tampoco sobre el pecado imperdonable, sin embargo
es menester preguntarse lo siguiente; ¿Qué podría ser un impedimento para el
bautizo? Las situaciones pueden ser muy variadas, pero el mayor impedimento es
permanecer en pecado de manera consiente y voluntaria, rechazar constantemente la
voz de Dios a través del Espíritu Santo llamando al hombre para que abandone el
pecado y sea salvo, desoír voluntariamente tal llamado conduce irremediablemente
a un punto de no retorno, o como lo llama la Biblia, “la blasfemia contra el Espíritu
Santo” (Mateo. 12: 31-32) que según el texto bíblico es el único pecado que no puede ser perdonado, no porque Dios no
pueda perdonarlo sino porque el pecador no reconoce su pecado y por ende ni lo
confiesa ni lo abandona.
Finalmente, utilizar Marcos 16:16 como requisito
indispensable para ser salvo es una aberración teología que termina
condicionando la salvación a un rito que aunque en sí mismo no es malo, su función
no es salvar, este tan solo es una evidencia externa de la obra del Espíritu
Santo en el interior del creyente. El carácter soteriológico del bautismo está presente en
todo el texto bíblico, pero no es de obligatoriedad para salvación como lo
indica Marcos 16:16. No me entienda mal, si usted no tiene ningún inconveniente
para bautizarse, debe hacerlo.
Bendiciones…
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